Aula Financiera

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Guía rápida para sobrevivir a un siniestro en el hogar y gestionar la reparación con el seguro

Un incendio, una fuga de agua o una indeseable visita de los ladrones. Las aseguradoras abonan cada año 2.000 millones de euros para reparar los daños de cerca de 6 millones de siniestros que se producen en los hogares españoles

Un siniestro puede arruinar tu hogar09/03/2016.- Carol entra por la noche en su hogar después de una larga jornada de trabajo, se quita los zapatos sin encender la luz y... ¡¡¿el suelo está mojado?!!! En su casa le esperaba una fuga de agua. Dos calles más allá Jorge regresa de unas pequeñas vacaciones. No ve el momento de soltar la maleta; introduce la llave en la cerradura y algo raro sucede. ¡La puerta estaba abierta! No sabe si entrar...alguien ha estado o está aún allí.

Son desagradables sucesos con los que todos podemos encontrarnos en nuestros hogares. Cada año las aseguradoras pagan 2.000 millones de euros para mitigar casi 6 millones de siniestros que se producen en los hogares españoles, según consta en la última Memoria Social del Seguro de UNESPA. Unos hechos ante los que es probable que nos cueste reaccionar. ¿Qué es lo que debemos hacer? ¿Cómo gestionar la reparación de los daños con el seguro?

En primer lugar ¡respira hondo y actúa! Si, como Carol, te enfrentas a una fuga de agua, corta la llave de paso para evitar que siga saliendo y minimizar en lo posible los daños. Si el problema es eléctrico, apaga el cuadro general de la luz, y si hay un pequeño fuego evacúa a tu familia y a las personas que estén cerca, intenta cortar luz y la entrada del gas y avisa a los servicios de emergencia.  Pero si el problema es que han entrado a robar ¡no entres en casa y avisa al 112 o a la Policía! Si te das cuenta del robo cuando ya estás dentro, procura no tocar nada para no contaminar ninguna pista y avisa a la Policía.

Una vez superado el susto inicial y tras tomar estas primeras medidas, si cuentas con un seguro de hogar podrás ponerte en contacto con ellos para tramitar la reparación de los daños causados. Puedes dirigirte a la aseguradora por teléfono o de forma online, ya que la mayoría de las compañías han habilitado ya plataformas en las que poder notificar siniestros y realizar todo el seguimiento del parte. Recopila todos los detalles para poder dar la máxima información a la aseguradora. Precisarán tus datos, los datos de la póliza,  la explicación de lo ocurrido detallando el día, fecha y hora, los daños ocasionados, información sobre si hay alguna persona que ha resultado herida. También se requieren otros datos como las posibles causas del hecho o las denuncias en el caso de robo. Con el fin de valorar de forma más rápida los bienes perdidos será de ayuda que tener guardadas facturas, recibos o fotos.

Nuestros protagonistas, Carol y Jorge tienen 7 días para dar parte del siniestro a su aseguradora, según marca la Ley del Seguro. No han de despistarse con estas fechas porque de no presentar la comunicación en este tiempo, podrían perder el derecho a la indemnización o reparación. Después de esa primera comunicación, con la que se abrirá el expediente del siniestro, hay 5 días más para detallar la relación de objetos dañados.

Puede que lo sucedido en el piso de Carol, una fuga de agua que no consigue detener, requiera una intervención y reparación urgente; la recomendación es siempre llamar en primer lugar al seguro, porque en muchos casos cuentan con esos servicios de emergencia. En el caso de llamar a alguien ajeno al seguro, no olvides tomar fotos de lo ocurrido y pedir factura.

Una vez hecha la notificación, lo habitual es que el seguro envíe un perito para que realice una valoración de los daños, o que, en función de los casos y con las pruebas presentadas, remita directamente a los servicios de reparación. Existe un plazo de 40 días para que la aseguradora y el titular de la póliza lleguen a un acuerdo sobre la indemnización y la efectúen. Si no hay acuerdo, cada parte tendría que designar un perito para tratar de consensuarlo. Si aun así no se soluciona, habría que designar a un tercer perito; su decisión sería vinculante y si alguna de las partes no está de acuerdo tendría que acudir a los tribunales.

Puede darse el caso de que la aseguradora rechace hacerse cargo del siniestro, bien porque lo sucedido no entre dentro de las coberturas previstas en la póliza o porque alegue culpa del asegurado, por una negligencia, o una intencionalidad. Por ejemplo, imaginemos que Carol decidió reparar días antes del suceso ella misma un problema en las cañerías y, en el proceso, sin darse cuenta, hubiera dañado una tubería o no hubiera colocado bien alguna pieza, causando la posterior fuga. La aseguradora podría alegar que se trata de una negligencia y no asumir los daños.

En cualquier caso, si no estás de acuerdo con la decisión que tome tu aseguradora, puedes presentar una reclamación. ¿Cómo hacerlo? Te lo contamos paso a paso en el artículo ¿A quién dirigirte si tienes alguna incidencia con una entidad financiera o aseguradora?

 

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