Aula Financiera
¿Qué es la protección económica familiar?
Proteger a tu familia es planificar y tomar las decisiones más adecuadas y responsables para asegurar su mejor futuro económico y para garantizar, en cada una de las etapas del ciclo de vida familiar, que tus objetivos pueden materializarse incluso si suceden acontecimientos imprevistos.
Para poder planificar y proteger a los tuyos, primero es necesario fijar, partiendo de tu situación actual, tus metas a corto, medio y largo plazo, es decir, definir cómo quieres que sea el futuro de tu familia en cada etapa: eso implica reflexionar sobre las necesidades futuras de los miembros de la familia, cuantificarlas y saber en qué momento será necesario disponer del dinero para satisfacerlas. Por ejemplo, conocer el gasto necesario para proporcionar la educación a los hijos, el coste de una vivienda, o su reforma. ¿Será necesario ahorrar porque aspiro a montar mi propio negocio algún día? ¿Cómo reuniremos el capital necesario para asegurar una buena jubilación?
Con los objetivos financieros de la familia claros, que habrá que ir revisando periódicamente, es muy importante mantener un buen control y gestión de las finanzas domésticas. Para ello, una herramienta como un presupuesto familiar será una ayuda imprescindible, guiada por la máxima de no gastar más de lo que se ingresa y de ahorrar algo todos los meses.
El ahorro debe ser un hábito desde el principio, ya que es la piedra angular sin la que es imposible construir ninguno de vuestros objetivos.
Desde la premisa fundamental de que es necesario tener en todo momento a la familia protegida económicamente, habrá que tomar medidas como constituir un fondo de emergencia, es decir, un colchón para afrontar imprevistos como quedarse en paro o hacer frente a gastos inesperados. Se trata de un elemento indispensable para la salud financiera del hogar. También es aconsejable construir, utilizando los seguros más adecuados a vuestras circunstancias familiares, un buen blindaje frente a situaciones no planeadas y que pueden suponer importantes desembolsos y costes a la familia (seguro de hogar, de accidentes, etc.). Dependiendo de tu profesión, puede interesarte disponer de un seguro de responsabilidad civil, por ejemplo.
Y, por supuesto, es necesario planificar la contratación de los instrumentos que permitan salir adelante a la familia en caso de que fallezca o quede inválido alguno de los miembros que aportan ingresos al hogar, especialmente si se trata del cabeza de familia, es decir, la persona que mayor contribución realiza al sostenimiento económico del núcleo familiar.
Las pensiones de viudedad y orfandad tienen unos límites y se estima que los ingresos de un hogar en España se desploman de media entre un 30% y un 40% cuando muere o queda incapacitado para trabajar el cabeza de familia. Por eso, es muy recomendable disponer de un seguro de vida cuya indemnización permita, por un lado, cubrir la deuda pendiente (como una hipoteca o un crédito para la compra de un coche) y, por otro, mantener el nivel adquisitivo de la familia durante los 3-5 años posteriores al fallecimiento, mientras la familia toma las medidas que le permitan recomponer su economía.
El coste de un instrumento así tiene un precio menor de lo que muchos piensan: un seguro de vida con una prima (coste) anual de unos 400 euros permitiría recibir una indemnización en caso de siniestro con consecuencia de muerte o invalidez de aproximadamente 130.000 euros. Para proteger bien a tu familia y tener la tranquilidad de que estará cubierta si ocurre una de estas contingencias, consulta a un asesor o experto que os recomiende el seguro de vida que mejor se adapta a vuestras circunstancias y necesidades.