Comprar Floxin sin receta médica

 

 

 

INDICACIONES

Floxin se utiliza para el tratamiento de infecciones leves a moderadas causadas por ciertas bacterias. Floxin es un antibiótico de fluoroquinolona. Elimina las bacterias sensibles deteniendo la producción de proteínas esenciales que las bacterias necesitan para sobrevivir.

INSTRUCCIONES

Use Floxin siguiendo las instrucciones de su médico.

  • Tome Floxin por vía oral con o sin alimentos.
  • Tome Floxin con un vaso lleno de agua (240 ml). Beba varios vasos de agua al día, a menos que su médico le indique lo contrario.
  • No beba leche ni coma productos lácteos, ni tome antiácidos, sucralfato o vitaminas 2 horas antes o después de tomar Floxin.
  • Floxin funciona mejor si se toma a la misma hora todos los días.
  • Para eliminar la infección por completo, tome Floxin durante todo el tratamiento. Siga tomándolo aunque se sienta mejor al cabo de unos días.
  • Si olvida una dosis, tómela lo antes posible. Si es casi la hora de la siguiente dosis, sáltese la dosis olvidada y vuelva a su horario habitual. No tome 2 dosis a la vez.

Pregunte a su médico cualquier duda que tenga sobre cómo utilizar Floxin.

ALMACENAMIENTO

Almacene Floxin a menos de 30ºC (86ºF). Almacenar lejos del calor, la humedad y la luz. Conservar en un recipiente bien cerrado. No almacenar en el cuarto de baño. Mantenga Floxin fuera del alcance de los niños y de los animales domésticos.

Más información:

Ingrediente activo: Ofloxacina.

Ofloxacina.

Todos los medicamentos pueden causar efectos secundarios, pero muchas personas no tienen efectos secundarios, o éstos son leves.

Los efectos secundarios pueden ser leves o nulos.

Consulte con su médico si alguno de estos efectos secundarios más frecuentes persiste o se vuelve molesto:

Diarrea; mareos; dolor de cabeza; pérdida de apetito; náuseas; sensibilidad a la luz solar; problemas para dormir; vómitos

Solicite atención médica de inmediato si se produce alguno de estos efectos secundarios graves:

Alergia grave.

Reacciones alérgicas graves (erupción cutánea; urticaria; picor; dificultad para respirar; opresión en el pecho; hinchazón de la boca, cara, labios o lengua); agitación; ansiedad; comportamiento extraño; heces con sangre; confusión; convulsiones; orina oscura; disminución de la micción; depresión; diarrea (grave o continua); dificultad para tragar; micción, sed o hambre excesivas; desmayos; ritmo cardiaco rápido o irregular; fatiga; fiebre, escalofríos o tos inusual; alucinaciones; ronquera; dolor o hinchazón articular o muscular; aturdimiento; pérdida de conciencia; cambios mentales o de humor; nerviosismo; pesadillas; heces pálidas; piel enrojecida, hinchada, con ampollas o descamada; inquietud; convulsiones; dificultad para respirar; shock (piel pálida); insomnio; dolor/calambres de estómago intensos o persistentes; pensamientos suicidas; dolor, inflamación o hinchazón de los tendones; opresión en la garganta; hormigueo; temblores; hematomas o hemorragias inusuales; cansancio o debilidad inusuales; problemas para orinar; irritación o flujo vaginal; coloración amarillenta de la piel o los ojos.

Esta no es una lista completa de todos los efectos secundarios que pueden ocurrir. Si tiene preguntas sobre los efectos secundarios, póngase en contacto con su médico.